La modelo caleña, Alexandra Rodríguez, relató con indignación y tristeza en sus redes sociales el momento bochornoso e incómodo que vivió en la puerta de un hotel en el barrio El Poblado, de la ciudad de Medellín.
Según la caleña, había hecho la reserva en el restaurante, ya que anteriormente había tenido la oportunidad de visitarlo y le pareció un lugar agradable, pero se llevó una molesta sorpresa.
“Había visitado el restaurante, me pareció un lugar bonito, la comida me pareció chévere, y mi novio y yo íbamos a recibir una visita desde Santa Marta, así que hice una reservación”, narró Rodríguez en su publicación.
Según su versión, uno de los empleados del negocio les impidió el acceso y les aclaró que incumplían el código de vestimenta. Es decir que en el hotel le negaron la entrada al restaurante por su forma de vestir.
«El señor llega y me lleva a un murito donde tienen un letrero, me señala el primer letrero que dice que no se puede entrar con traje sadomasoquista. Yo me quedé pensando qué era para ellos un traje sado», contó.
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Asimismo, Rodríguez agregó que el momento pudo haber sido peor, pues su novio fue testigo de cómo otro trabajador se le acercó y le dijo en voz baja que al lugar “no se podía ingresar con chicas de la vida fácil”, pero, según ella, de eso se enteró después de retirarse del lugar.
“Mi novio pensó: ¿será porque vengo en botas? Pensaba que el lío era con él. Y él dice: ‘no, es por ella, ella no cumple’. Yo me empecé a mirar y dije: ‘no vengo en falda porque sé que la falda es como el gran lío de la sociedad, no iba entaconada, tenía este body (negro con transparencia) que tenía puesto en este momento, tenía un jean como brillantico negro y unas botas negras”, siguió en su narración.
“Eso me lo dijo mi novio después, o sino la historia hubiese sido un poco más dramática”, relató, con tono sarcástico la modelo caleña. Sin embargo, de un momento a otro llegó un señor desde el fondo del restaurante le dijo que los disculpara que no había lío, que ella podría ingresar.
“¿No hay lío?, me siento súper mal, me siento súper ofendida. Nunca me habían tratado de esa manera, así que yo no pienso entrar a ese lugar. Entonces decidimos irnos para otro lugar. Después de esa pena, después de que la gente estaba afuera mirando qué era lo que estaba sucediendo” detalló la modelo.
Las directivas del hotel se excusaron a través de un comunicado, lamentando el incidente y argumentando que hacían controles de aforo.
Al finalizar, hizo una reflexión frente a lo que le sucedió y deseo que a las personas que ven el video que ojalá nunca a ninguna mujer de su familia, hija, novia, hermana o cualquier chica le nieguen la entrada por su forma de vestir y menos que le coloquen una etiqueta.
«Hago este mensaje no porque quiera hacerle mala onda al lugar, sino porque de verdad tengo mucha rabia, quiero exteriorizarlo, y cuestiono que se etiquete a las mujeres por cómo van vestidas”, finalizó su relato.
