Según informó El Ojo de la Noche, de Noticias Caracol, los hechos se presentaron en una calle del barrio Luján, localidad de Engativá, al noroccidente de la ciudad de Bogotá.
En ese lugar, un grupo de ciudadanos venezolanos comenzaron a ingerir bebidas alcohólicas en horas de la mañana del pasado martes 7 de abril, hasta altas horas de la noche.
Un residente del sector contó al noticiero que los extranjeros serían domiciliarios de Rappi y al parecer siempre se reúnen en el mismo sitio dejando las motocicletas a un lado.
“En horas de la mañana ya se había presentado una situación en la que los muchachos de nacionalidad venezolana se habían reunido para hacer una fiesta y demás», dijo el testigo.
Supuestamente, no es la primera vez que los venezolanos utilizan sus vehículos para argumentar que están trabajando como domiciliarios y no ser multados por las autoridades.
Sin embargo, dice el testigo, que lo que más molestó a los residentes es que a las 9:30 de la noche, sin ninguna razón “empiezan a romper los vidrios a los vecinos”.
Otra persona entrevistada por el noticiero reafirmó la versión de los sucedido: “Primero estaban peleando. Se dijeron todas las groserías del mundo y había muchos menores de edad y bebés. Me pareció terrible esa situación. Desde la esquina observamos cómo rompían los vidrios”.
Finalmente, una patrulla de la Policía llegó al sitio y capturó a los individuos por incumplir la medida y afectar la convivencia de los residentes en plena época de cuarentena.
Las autoridades aseguran que al parecer no es la primera vez que los extranjeros organizan fiestas durante el aislamiento, razón por la que fueron llevados a la URI de La Granja.