Una mujer identificada como Lindelia Vásquez de 47 años, oriunda de Tuluá, madre de dos hijas y que se radicó desde hace varios años en Nueva Jersey; y su sobrino Julián Vásquez, de 7 años, que vivía en Orlando y estaba por unos días visitando a sus parientes, murieron ahogados en el río Hudson este martes 12 de julio.
Esto sucedió luego de que el bote en el que daban un paseo junto a sus familiares se volcara en pleno recorrido. Vásquez era una reconocida empresaria y propietaria de Kanelas Lounge, un bar, restaurante y centro de eventos que es un importante punto de encuentro de la comunidad latina en la zona de Elizabeth en Nueva Jersey.
El accidente dejó a otros nueve colombianos heridos, de los cuales dos todavía reciben asistencia médica en hospitales de la ciudad al igual que el capitán de la embarcación se encuentra en estado crítico. El propietario del bote siguió al grupo en una moto acuática y fue quien pidió ayuda a los socorristas.
El pequeño Julián fue sacado inconsciente de las aguas, mientras que los socorristas adelantaban labores de resucitación cardiopulmonar que, desafortunadamente, no rindieron frutos y el infante perdió la vida casi que instantáneamente. No obstante, el niño y la mujer fueron llevados al Hospital Roosvelt.
Aunque las autoridades de Nueva York han dicho que es muy pronto para determinar las causas del naufragio, esta hora las autoridades trabajan en tres hipótesis: sobrecarga por exceso de pasajeros, el oleaje por el tráfico de otras embarcaciones o un error humano del capitán de quien no se ha revelado su identificación.
“Hay que tener ciertas habilidades para operar en el río, por lo que las olas pueden ser un factor contribuyente, pero debemos hacer nuestra investigación, ver los videos, ver el estado del mar, no quiero dar aún respuestas definitivas, pero el río Hudson es siempre un lugar peligroso para operar”, indicó Anthony Russo, inspector de la Policía de Nueva York.