Tierreros talan más de 80 mil árboles en áreas protegidas al sur de Bogotá

Luego de que al menos 80 mil árboles fueron talados o dañados en el Parque Ecológico Entrenubes, la Secretaría de Ambiente de Bogotá rechazó la acción realizada por tierreros “que instrumentalizan a las personas más vulnerables y les ofrecen suelo y protección en áreas ambientales protegidas del Distrito, donde está prohibida su construcción”.

“Es indignante lo que está pasando en Entrenubes. Los tierreros están ofreciendo ‘protección’ y suelo dentro de las áreas protegidas y son patrimonio ambiental de todos los ciudadanos. Además, están poniendo en riesgo su vida mientras talan y queman nuestros recursos naturales”, afirmó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.

La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) evidenció estas ocupaciones en el sector de la Esmeralda-Cuchilla del Gavilán del Parque de Montaña Entrenubes, ubicado en el sur de Bogotá, acciones que están generando graves daños y detrimento de las condiciones ambientales.

Las talas serían para hacer construcciones ilegales / SDA

El polígono de la Esmeralda tiene 31 hectáreas, de las cuales cerca de 18 se han visto seriamente afectadas por las actividades de construcción y ocupación ilegal. La pérdida de cobertura vegetal corresponde a bosque altoandino, “por lo que su impacto negativo es aún mayor y su recuperación completa puede tardar décadas”.

Entre los daños ambientales en la reserva están la tala masiva de árboles, quemas, remoción indiscriminada de cobertura vegetal, adecuación de suelos para estructuras y ocupaciones informales, y afectación de nacimientos de agua que posteriormente alimentan la quebrada Yomasa. Estas intervenciones han generado un deterioro del suelo, el aire y la flora, ocasionando pérdida de biodiversidad y un desequilibrio en el ecosistema.

Las talas serían para hacer construcciones ilegales / SDA

La Secretaría informó que aproximadamente el número de individuos arbóreos nativos talados y afectados asciende a 80 mil, en los que se encuentran especies como: salvio negro, arrayán negro, encenillo, gaque, sietecueros real, tuno, tuno esmeraldo, chilco, laurel, Sauco, helecho arborecente y fucsia arbustiva.

“Bogotá necesita áreas naturales que protejan sus fuentes de agua y de aire como en el caso de Entrenubes. De ninguna manera estas zonas pueden ofrecerse a procesos de urbanización, estaríamos perdiendo la base sobre la cual se construye la calidad del vida de las personas del suroriente de la ciudad”, agregó Urrutia.

Las talas serían para hacer construcciones ilegales / SDA

La Secretaría de Seguridad reportó la captura de nueve personas, a las que se les imputaron cargos por delitos ambientales. “Necesitamos abordar este reto. La solución a esta difícil coyuntura no puede ser un atentado contra los recursos naturales por parte de unos cuantos criminales”, precisó la funcionaria.

Entrenubes es un ecosistema de alta montaña que ofrece bienes y servicios ambientales a toda la ciudad. Es el hábitat de especies de flora y fauna que enriquecen la biodiversidad. Conformado por los cerros Guacamayas, Juan Rey, Cuchilla del Gavilán, es la reserva natural más importante del suroriente de Bogotá.

Las talas serían para hacer construcciones ilegales / SDA

“Devastador el panorama del final del día. Recuperado, pero tomará décadas restaurar. La pérdida también es de todos. #EntrenubesEsDeTodos”, compartió Urrutia en redes sociales y recalcó que ni con las nueve capturas realizadas el martes, ni con el esfuerzo por dialogar, concertar y recuperar, cesa la actuación criminal de los tierreros.

Pese a estas acciones, los criminales continuaron atentando contra este ecosistema. Urrutia dio a conocer a través de su cuenta de Twitter, que este miércoles siguieron los intentos de ocupación ilegal de ese parque. En un video publicado por ella se puede observar como varios hombres intentan prenderle fuego a los árboles.

Cerca de 300 ocupaciones fueron identificadas y 70 hogares ya fueron caracterizados y están en proceso para acceder a ayudas humanitarias. Vecinos de los barrios cercanos denunciaron el ingreso de más de 400 personas, que llegaron en varios buses y bajaron con polisombras, palos, machetes, picas y palas, y comenzaron a apoderarse de este ecosistema. Asimismo, las autoridades recibieron quejas por la presencia de camiones con materiales como tejas, listones y otros elementos que fueron bajando y llevando al sector de la Esmeralda, área de la reserva.