Como Johan Sebastián Bonilla Bermúdez de 26 años fue identificado el amigo de la ciudadana alemana Rebecca Linda Marlene Sprößer, quien denunció un atentado en su contra el pasado 22 de julio, en el norte de Cali.
En su momento, la extranjera explicó a través de Facebook que hombres armados llegaron, y sin mediar palabra, comenzaron a disparar. Afirmó que Bonilla se puso como escudo para protegerla recibiendo los impactos.
Las autoridades afirmaron que este caso correspondería a un supuesto intento de hurto registrado a las afueras de un establecimiento comercial cuando, supuestamente, el joven se opuso a que le quitaran las pertenencias.
Por medio de sus redes sociales, la ciudadana extranjera, quien fue expulsada de Colombia por parte de Migración, lamentó la muerte de Johan y contó la forma en que se conocieron y cómo se presentaron los hechos del atentado.
«Conocí a Jhoan Sebastián Bonilla el 3 de mayo en mi primer día en ‘Puerto Resistencia’. Lo conocí como la persona más firme y dedicada a la causa, a cambiar su país, a construir un futuro mejor para Colombia, para nuestros hijos y la próxima generación por venir», dijo.
«Él dio todo para su país, cada día y noche, hasta su propio pecho y vida. Lo conocí como la persona más noble y valiente que existe en este mundo, desde el primer día le he tenido tanto respeto y lo admiraba con todo lo que soy», dijo Sprößer.
La mujer también explicó que al igual que ella, el joven, hincha del Deportivo Cali, ya había recibido graves amenazas en los últimos días a través de mensajes, al parecer por su participación en las protestas.
«Cuando empezaron las amenazas de muerte contra él por su dedicación a las protestas yo traté con todo de convencerle que se aleje de ‘Puerto Resistencia’. Pero él estaba tan comprometido a la causa, tan enfocado en mejorar su país que primero no aceptó ningún consejo», precisó Rebecca.
«La situación se volvió más y más complicada, los dos recibimos más amenazas contra nuestra vida así que los dos tomamos la dura decisión de alejarnos del movimiento de la resistencia», contó la extranjera a través de Facebook.
Rebecca Linda Marlene Sprößer, nombre completo de la ciudadana europea, cuenta que el pasado 22 de julio, día del atentado, Bonilla la contactó para pedirle que se vieran y poder hablar sobre su situación de seguridad.
«Fue la primera vez que nos vimos fuera de los puntos de manifestación. Nos encontramos en el parque en el barrio las Ceibas al lado de la autopista Simón Bolívar y el destino al menos nos regaló 1 hora de estar vivos y juntos hasta que nos quitó todo con el atentado», indicó.
«El 22 de julio a las 9:30 de la noche cambió toda mi vida cuando vino este sujeto y nos empezó a atacar a tiros sin hablar y sin parar. Llena de su sangre tenía que gritar por 5 minutos a todo pulmón hasta que por fin alguien nos ayudó porque por miedo nadie allá se quería meter. Tuvimos que llevarlo a 3 hospitales porque los primeros 2 estuvieron llenos y todo el tiempo él nunca se quejó, él luchó como el león que es! Lo único que siempre me pidió fue: ¡No me dejes solo, no me dejes solo nunca! Y yo le cumplí esa promesa», agregó Rebecca.
Johan estuvo recluido en el Hospital Universitario del Valle por varios días; sin embargo falleció este viernes por la gravedad de los 13 impactos de bala de un arma traumática modificada que recibió, algunos en su cabeza.
Mientras se confirmaba su deceso, la ciudadana alemana ya se encontraba en un avión de regreso a su país y a través de un mensaje que le habría enviado la familia del joven, le confirmaron la lamentable noticia de su fallecimiento.
«Primero no pude respirar y pensé que mi corazón va a dejar de latir. Pero después de algunos segundos empecé a gritar y gritar y llorar sin parar. Estuve en la última fila del avión y hasta que la primera fila con sus 250 pasajeros se escucharon mis gritos y así hice los a pilotos cancelar el despegue», insistió.
«Nadie me podía calmar hasta que el capitán vino para tratar de consolarme. Seguí gritando y llorando por los próximos 12 horas del vuelo y les juro que no aguanto más muertos. Pensé que me voy a morir con él en este avión. Aterricé en Alemania viva pero muerta por adentro», puntualizó.
Johan Sebastián, según cuenta su familia era un joven apasionado por el deporte, de su padre heredó el amor por el Deportivo Cali a pesar que su hermano, es fiel hincha del eterno rival, el América de Cali.
«Defensor de los débiles, nos daba ánimo, nos daba amor. Conmigo siempre fue muy respetuoso, cariñosa y a toda hora me decía tía, nombre de Dios. Era reservado en sus cosas pero como persona, era humilde y defendía sus pensamientos», dijo una de su tías.
También explicaron cuáles fueron los motivos que llevaron a que Sebastián, como cariñosamente lo llamaban, resistiera durante tantos días en el sector de Puerto Rellena, ahora conocido como ‘Puerto Resistencia’.
«El creía en el cambio del país, creía que los derechos del ser humano se podían garantizar y por eso él se paraba de frente y así hacía valer sus pensamientos porque estaba convencido que Colombia podía llegar a ser mejor», agregó la mujer.
La familia aprovecho para pedir a los amigos de Johan que sigan alzando su voz en honor a él. Mientras tanto, las autoridades en Cali anuncian que continúan adelantando las investigaciones, para dar con el paradero de los responsables.
Hace pocas horas se llevó a acabo las honras fúnebres del joven Johan Sebastián Bonilla Bermúdez que fue transmitido por las redes sociales del Canal 2 de la ciudad de Cali cuya presencia fue solicitada por la familia del joven.