Dos negocios del norte de esta ciudad fueron sancionados por escandalosos con cierre por 30 días calendario, por exceder los niveles de sonido permitidos por ley. La determinación la tomó la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge, CVS.
Los sitios afectados por la sanción preventiva son Praga Montería, ubicado en el barrio La Castellana, en la calle 62 con carrera sexta, y Prisma RestoBar, ubicado también en La Castellana en la calle 61 con carrera 7.
Además de la suspensión de las actividades, la CVS les abrió una investigación administrativa ambiental a los dos establecimientos.
El primer establecimiento en mención (Praga Montería) tenía, según un monitoreo técnico de medición de sonido, un registro de 74, 4 decibeles, 14,4 puntos por encima de lo permitido.
Durante el procedimiento no se pudo hablar con el administrador.
Ante la CVS, el representante legal de Praga deberá enviar la documentación que acredite la legalidad del funcionamiento comercial, como certificado de Cámara de Comercio, de uso del suelo, pago de derechos de Sayco y Acimpro, entre otros, que no fueron aportados el día de la visita.
Mientras que el segundo establecimiento (Prisma Resto Bar) reportó 80 decibeles, 20 puntos superior al límite.
En este caso, el representante legal, además de aportar la documentación que certifique la legalidad y el cumplimiento de los requisitos, deberá hacer trabajos para aislar acústicamente paredes, ventanas, puertas y techo, en especial donde expenden bebidas alcohólicas, para mitigar las emisiones de ruido.
La toma de muestras fueron reportadas mediante informe técnico expedido por la firma Control de Contaminación Ldta. y se hizo con presencia de personal de la Autoridad Ambiental y del Municipio.
Las visitas de inspección de estos dos lugares comerciales se hicieron tras varias quejas, ante la Corporación, por parte de la comunidad, debido a la emisión de altos niveles de ruido emitidos de forma reiterativa, perturbando la salud y tranquilidad de los residentes cercanos al lugar, en especial a los ciudadanos que viven en el edificio Monticello.