
Sara Sophia Eisenman comenzó a tener canas en su cabello a temprana edad; a los 23 años tenía el cabello completamente blanco. “Me dicen que inspiro, hay diferentes reacciones, pero me agrada mucho ver reacciones positivas”.
Esta condición la heredó de su mamá, “Mi mamá también pasó por lo mismo, su pelo se puso plateado muy pronto. Ella se avergonzó, yo no”, aseguró.
Al comenzar a ver su cabello plateado, Sara se hacía bullying a sí misma, había gente que la juzgaba, sin embargo empezó a buscar su propia identidad. “No tengo químicos en el pelo, mi pelo es así, así es como soy y estoy muy contenta”.