Empresario venezolano participó en fiesta sex*al en motel y fue encontrado muerto dentro de una maleta

Al motel llegaron hombres armados que retuvieron al empresario en una Toyota Rav 4 cuando salía del establecimiento.

El pasado 19 e febrero la Policía Metropolitana de Cúcuta encontró un cuerpo desmembrado dentro de una maleta en el barrio Las Cumbres. Al parecer, se trataría del empresario venezolano Gerson Vladímir Durán Angarita.

De acuerdo con informaciones preliminares, el comerciante de transporte de carga, habría sido secuestrado luego de una fiesta de electrónica en un reconocido motel, cerca a la frontera con Venezuela.

La autoridades indicaron que Durán Angarita fue visto por última vez en el motel “La Kaskada”, sobre las 8:00 de la noche, ubicado en el municipio fronterizo de Villa de Rosario, muy cerca del puente internacional Simón Bolívar.

Según el reporte de las autoridades, al lugar llegaron cuatro hombres fuertemente armados en busca del reconocido empresario, a quien retuvieron en su camioneta Toyota Rav 4 cuando salía del establecimiento.

Horas después, su cuerpo fue encontrado por personas que transitaban en la zona, quienes alertaron a las autoridades por una maleta rosada que tenía sangre. En su interior, la Policía halló el cuerpo desmembrado de Durán.

“Trasladamos a nuestros caninos para corroborar si se trataba de explosivos. Lamentablemente, encontramos el cuerpo de un hombre que había sido reportado como víctima de secuestro”, señaló el coronel Carlos García, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cúcuta.

Como dato adicional, las autoridades, después de que establecieron la identidad del empresario venezolano asesinado en el motel La Kaskada, agregaron que tenía antecedentes por extorsión y un pasado delincuencial.

Era una fiesta sexual

Las autoridades de la capital nortesantandereana manifestaron que las instalaciones del motel La Kaskada eran el escenario de fiestas sexuales donde ocurría todo tipo de actos desproporcionados y “de alto riesgo”.

En grupos privados de redes sociales y chats, los anfitriones del evento citaban a los interesados. No importaba la esfera social, profesión o estrato, era una fiesta reservada para quienes gustan de las ‘rumbas pesadas’.

Estas fiestas en las cuales sobra el alcohol, las drogas y había trabajadoras sexuales, pasaron anónimas por varios meses, debido a la clandestinidad como las promocionaban. Sin embargo, el pasado domingo 19 de febrero, el asesinato de Durán Angarita las puso en evidencia.