A instructora de gimnasio paisa le inyectaron aceite para carros en los glúteos

La mujer de 49 años había accedido a que un cirujano le aplicara biopolímeros pero éste la engañó.

Gloria Ríos, reconocida instructora de gimnasio en la ciudad de Medellín, está viviendo una verdadera pesadilla luego de que en un procedimiento estético le inyectaran aceite para carros en sus glúteos.

La mujer de 49 años había accedido a que un cirujano le aplicara biopolímeros (que también representan un alto riesgo para la vida), sin embargo, denunció que, mediante engaños, el hombre le inyectó la otra sustancia.

Gloria dice que una falsa promesa destruyó su vida. Un médico que gozaba de reconocimiento profesional le prometió inyectarle biopolímeros, pero nunca se imaginó que le aplicaron aceite para carros.

«Y me tapó la cabeza y me dijo que era para que no me doliera. Y a las doce horas de haberme inyectado me mandaron para una UCI porque me subió una fiebre muy alta y allá descubrieron que me habían echado aceite de carro mezclado con aceite de cocina quemado», reseña la víctima.

Ríos dice que ha estado varias veces en Unidad de Cuidados Intensivos y tuvo que dejar su trabajo, no puede conducir carro, motocicleta o sentarse por mucho tiempo, entre muchas más cosas de la rutina que ahora son una tortura para ella.

La mujer será intervenida y posiblemente le amputarán los glúteos. Juan Carlos Vélez, uno de los cirujanos plásticos más reconocidos de Colombia, explicó de manera detallada como se realizaría el complejo procedimiento médico.

«En esta paciente hay que hacer una cirugía muy grande, muy compleja, qué es resecar todo ese tejido que ya está con necrosis, enfermo, fibrótico y hacer una reconstrucción que se llama ‘Alas de Gaviota’. Aunque tiene una deformidad tan severa qué habría que hacer unas recepciones en los glúteos inferiores», precisa el especialista.

Según dice Vélez, se trataría del primer caso en Colombia en el que aplican dicha sustancia en los glúteos a una persona y los daños causados serán irreversibles, pero todavía hay una esperanza de salvarle la vida.